VALLE DE VALLES

Buscando caminos
topé con el blanco.
Buscando delirios
sonaron colores
Trepando a los hielos
rompí mil amores
ebrios ya de hierba
azul y amarilla.
Silentes, los árboles
guardaron sus ocres,
secretos de luces.
Montañas lejanas
eran las guardianas
de pasos perdidos
y ardientes miradas
que en campos de lienzo
criaron los cielos
del Valle de Valles
que crece en palabras
de luz y de manos
que buscan pintadas
las dulces entrañas
de tierras extrañas
a gentes que pasan
y olvidan silencios.

No soy yo quien habla
ni tú quien escucha,
que en quietos testigos
de estíos e inviernos
es ya la mirada
la única magia
que engendra en la tela
la nieve en la tierra,
el verde en la rama,
un suelo de flores
y el rojo en el alma.

Rosario Curiel.