SEDUCIR CON LA MIRADA

Nueva exposición de Ángel Piulats y Albert Corretgé en Lleida

Àngel Piulats y Albert Corretgé exponen sus óleos hasta el próximo día 10 de enero en la sala Manel Garcia Sarramona de Lleida. Dicha sala, situada en el número 6 de la calle Caldereries, muy próxima al Eix Comercial de nuestra ciudad, alberga unos veinticinco cuadros de diversos formatos en los que podemos contemplar paisajes pintados al natural de diversos lugares de Catalunya: desde el mar hasta la montaña pasando por el llano, desde el rincón pequeño de un pequeño pueblo hasta la gran panorámica de nuestra ciudad, presidida por la inmensidad de la Seu Vella

No desdeñan Corretgé y Piulats ningún detalle mínimo que a ellos pueda sugerirles la chispa necesaria para prender la magia de ese todo indefinible al que llamamos Arte: aquí están la cercanía tibia de las viñas y la blancura inquietante de las nieves, subiendo unas en rojos retorcidos, despeñándose las otras, enfriando laderas. Y, como ellas, viven en los cuadros de estos pintores ya suficientemente conocidos en Lleida la quietud de paredes y montañas y el choque de mar y rocas, la algarabía de colores, la risa y la gravedad de tierras y árboles, la tensión de los cielos de matices cambiantes. Cada obra presenta un tema y una óptica diferente: duplíquese el fenómeno –pues se trata de obras de dos artistas- y se tendrá el resultado. El resultado es un choque de vida en los ojos cuando el visitante entra en la pequeña sala de exposiciones, un impacto de formas en movimiento y quietud que garantiza a quien lo contempla un momento de goce, un instante eterno de paz y alegría que, en los tiempos que corren, uno quisiera llevarse a casa.

Diari Segre

URGENT URGELL

Quan el temps vola

i ens duu pel congost de l’angoixa,

s’esmuny entre els dits

com l’aigua d’un canal que no torna

i mou el torn de la mort,

és urgent aturar-se

a dibuixar la pau

alentir el neguit

romandre un instant

etern

dins d’una imatge.

 

Verds i grocs

vermells d’estada

hivern de rutes i castells

estiu de vil·les i quitxalla

silenci al pas,

secà o reg:

són els colors de l’Urgell

l’urgent paisatge que apaivaga

i afina l’arpa

del pinzell que vibra a l’ensems

de l’univers.

 

Urgell:

el lloc on la mà estima

la passió d’alimares pensatives

on l’instant és el temps irrepetible

d’un món que és sempre present.

 

 

Rosario Curiel

 

ARA AGONALES

Paisajes que contemplan
la unión de culturas y colores.
Mano que pinta el paisaje.
Ojo contempla.

Gritos de azul entre paredes blancas
Verdes de olivo
agua arrasada en montañas ausentes
Nostalgia de agua
Duro sol contra la piedra,
Piel de Aragón,
alegres reflejos
recias siluetas
Caminos del agua desde el hielo
hasta la niebla
Calles estrechas,
ancha memoria
de siglos y avatares
Esquinas mordientes
Arpegios de luz que nace en la montaña y
reposa en el llano
silencio de pasos afletados
altos conocimientos
del ser humano
venas del ara
en
la
que
juegan
los nuevos
agonales.

No declive. Esplendor.
Rumores amartelados
Vetas
de color
Árboles en esqueleto y árboles nacientes
¿Nostalgia de azul?
No.
Paleta múltiple del pintor que juega
y convierte en arte
el sacrificio de sus instantes.
Instante que encuentra.
Encuentros que nacen.
Un minuto.
Ves ese cuadro.
Te está hablando.
Está jugando contigo
a crear de nuevo realidades:
Árboles manos al cielo sobre tierras de arco iris
Casas sesteando en laderas de verdes escarpados
Sol a bandazos y sombras frescas
Montañas altos centinelas
reflejándose en un lago
de senderos serpeantes,
campos labrados,
Fuentes en calma
Puentes angulados
Colores del agua: azul, blanco, ocre,
manto de viejos siglos
tejido por nuevas manos:
Ojo que pinta el paisaje,
Ojo que me has contemplado.

Rosario Curiel.

VALLE DE VALLES

Buscando caminos
topé con el blanco.
Buscando delirios
sonaron colores
Trepando a los hielos
rompí mil amores
ebrios ya de hierba
azul y amarilla.
Silentes, los árboles
guardaron sus ocres,
secretos de luces.
Montañas lejanas
eran las guardianas
de pasos perdidos
y ardientes miradas
que en campos de lienzo
criaron los cielos
del Valle de Valles
que crece en palabras
de luz y de manos
que buscan pintadas
las dulces entrañas
de tierras extrañas
a gentes que pasan
y olvidan silencios.

No soy yo quien habla
ni tú quien escucha,
que en quietos testigos
de estíos e inviernos
es ya la mirada
la única magia
que engendra en la tela
la nieve en la tierra,
el verde en la rama,
un suelo de flores
y el rojo en el alma.

Rosario Curiel.

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